Entre sus contenidos, destaca la decidida intención de fortalecer la integración de las iniciativas locales y la creación de capacidad rural en la corriente principal de las políticas comunitarias, en particular a través de enfoques de abajo hacia arriba (bottom up) para el desarrollo local, como LEADER y el Desarrollo Local Participativo (DLP/CLLD en sus siglas en inglés).
El texto también reconoce que la capacidad administrativa y la eficacia de los gobiernos regionales y locales y de los grupos y asociaciones basadas ??en la comunidad deben ser reforzadas, cuando sea necesario, a través de la prestación de asistencia técnica, formación, cooperación y el trabajo en red. Basándose en el éxito de LEADER y de la Asociación Europea de Innovación para la Agricultura, las iniciativas de abajo hacia arriba y dirigidas localmente deberán ser desenrollada para movilizar el potencial de las zonas rurales. La arquitectura de la PAC debe basarse en un marco estratégico y de programación común que proporcione orientación para todas las intervenciones para lograr unos objetivos económicos, sociales y medioambientales definidos. Esto debe reflejar las necesidades y aspiraciones de los territorios en cuestión y debe respetar el principio de asociación. El acceso, alcance y multiplicadores de la financiación deben ser mejorados a través de un desarrollo prolongado y el uso de instrumentos financieros. Las políticas rurales y agrícolas deben interactuar en el contexto más amplio de estrategias nacionales y regionales y trabajar en complementariedad y coherencia con otras políticas.
Declaración de Cork, traducción no oficial de la REDR
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