La crisis y el recorte de presupuestos amenaza la conservación del patrimonio histórico- artístico de la Iglesia Católica en la provincia de Ciudad Real. En los últimos meses, la Iglesia de la Asunción, en Puertollano, o la de San Vicente Mártir, en Cózar, por poner algunos ejemplos, han sido algunos de los monumentos históricos, arquitectónicos y culturales de nuestra geografía, que no se han encontrado en condiciones óptimas.
Las catedrales, iglesias, ermitas, basílicas y resto de edificaciones conservadas durante siglos, muchas de ellas catalogadas como Bien de Interés Cultural, ven cómo el paso del tiempo y la falta de un mantenimiento oportuno, las deteriora sin remedio.
El delegado Diocesano de Patrimonio del Obispado de Ciudad Real, Francisco Manuel Jiménez, confirma que corren tiempos difíciles para el patrimonio histórico- artístico de la iglesia.
La intervención en los templos ha sufrido un notable parón en estos últimos tiempos, algo de lo que también se quejaba, hace apenas dos meses, el obispo de la Diócesis, Antonio Algora, copresidente de la Comisión Mixta Iglesia Católica-Junta de Comunidades.
Hasta que comenzara la crisis económica, las administraciones públicas, principalmente la Junta de Comunidades a través de la citada comisión, y también algunas entidades privadas, ayudaban a la Iglesia a conservar su patrimonio. Pero la carencia de recursos económicos ha ido cerrando el grifo hasta que desaparecieron prácticamente todas las ayudas.
Francisco Manuel Jiménez explica que este año la administración regional no presupuestó ni un solo euro para el mantenimiento y conservación del patrimonio eclesial en la provincia, aunque sí ha abonado la deuda pendiente de la administración anterior, correspondiente a los ejercicios de 2010 y 2011.
Indica que el mantenimiento de ese rico y amplio patrimonio con tan escasos fondos es casi como un milagro.
Para el año 2014 la Junta de Comunidades tiene previsto destinar 400.000 euros de sus presupuestos a la rehabilitación del patrimonio eclesiástico de Castilla-La Mancha, de los que alrededor de 90.000 euros llegarán a la provincia de Ciudad Real.
“El patrimonio es admirado por todos, pero el mantenimiento no es tan fácil, las iglesias y templos son como huchas abiertas”, ha asegurado Francisco Manuel Jiménez, a la vez que ha reconocido que las posibilidades actuales de las Administraciones Públicas son “menores”, como consecuencia de la situación económica.
El 80%, de los fieles
El delegado Diocesano de Patrimonio añade, por último, que el 80% del patrimonio de la Iglesia en la provincia de Ciudad Real “es mantenido por los fieles de cada parroquia” que asumen el coste de estas costosas intervenciones para mantener en buen estado sus templos.
Fondos europeos y aportaciones privadas hacen el resto, siendo la colaboración ciudadana, sobre todo, insiste, la que permite afrontar las obras de rehabilitación de los inmuebles.
Prioridades: iglesias de Cózar y San Carlos del Valle
El delegado de Patrimonio del Obispado de Ciudad Real, Francisco Manuel Jiménez, ha explicado a Lanza que, de manera inminente, se va a proceder a intervenir en las iglesias de San Vicente Mártir, en la localidad de Cózar, y en la majestuosa iglesia del Santo Cristo de San Carlos del Valle, afectadas las dos gravemente en la techumbre y los paramentos.
Estas dos intervenciones, junto con la que ya se está llevando a cabo en la parroquia de San Andrés en Villanueva de los Infantes, que cuenta con fondos europeos, serán “prioritarias” este año.
Fue el alcalde de Cózar, Alipio García, quien dio la voz de alerta hace unos meses sobre el grave deterioro experimentado por la iglesia parroquial de San Vicente Mártir a raíz de los fuertes vientos y las continuas lluvias producidas durante el pasado invierno.
Estas inclemencias meteorológicas han tenido unas nefastas consecuencias para el estado del tejado del templo que conllevaron la aparición de goteras en el interior de la iglesia y la consecuente caída de pintura del techo, así como la aparición de grietas.
Los pórticos de la fachada principal y la oeste, así como la zona del ‘caracol’ tienen también un gran deterioro.
Jiménez añadió que en su opinión, una de las causas más llamativa y dañina para estas iglesias, como ha sucedido también en la de San Carlos del Valle, son los problemas de humedad. “Los efectos que ocasionan estética, material y estructuralmente son devastadores y origen de incalculables pérdidas económicas y patrimoniales”, concluyó.
50.000 euros anuales de la Diputación
La Diputación provincial de Ciudad Real destina cada año 50.000 euros a la rehabilitación de iglesias o complejos parroquiales de los municipios de la provincia con menos de 20.000 habitantes.
El vicepresidente de la Diputación, y responsable del área de Cultura, Ángel Caballero, explicó a Lanza que la institución provincial y el obispado suscriben anualmente un convenio para la realización de diversas obras de reparación o mejora que son promovidas por la Iglesia en la demarcación ciudarrealeña por importe de 50.000 euros.
A pesar de los difíciles momentos que se viven, a causa de la crisis económica, esta línea de colaboración se viene renovando con carácter anual al objeto de contribuir a la rehabilitación de los edificios religiosos y pastorales que se encuentran en zonas rurales o urbanas que presentan una especial necesidad por falta de recursos.
Caballero explicó que existe un grupo de trabajo mixto, o comisión, integrado por dos diputados del área Social y de Infraestructuras, en representación de la Corporación Provincial, y por otras dos personas más designadas por el Obispado, que se ocupan de estudiar las prioridades en la reparación y mejora de los edificios destinados a las prestaciones de servicios religiosos o pastorales, tales como iglesias, templos o complejos parroquiales. Y también analiza y evalúa la marcha y el cumplimiento de las acciones que se programan.
La Diputación aporta 50.000 euros para la reparación o mejora de los edificios destinados a las prestaciones de servicios religiosos o pastorales que son necesarios en zonas rurales o urbanas con especial necesidad. Así, a lo largo de este año, han sido objeto de reparación o mejora las iglesias de Alamillo e Hinojosas, con 20.000 y 30.000 euros, respectivamente, en las que se ha procedido a reparar el tejado. Ángel Caballero explicó que se trata de construcciones muy antiguas, con estructuras y vigas de madera, en las que el paso del tiempo y la humedad han causado estragos.
Las obras han consistido en sustituir las cubiertas por otras de hierro, mucho más resistentes.
Por último, Ángel Caballero afirmó que para el año próximo se renovará el convenio de colaboración con el obispado y la Diputación volverá a destinar 50.000 euros a la rehabilitación de iglesias o complejos parroquiales en los municipios más pequeños.
Fuente: Lanzadigital.com