Según explicaba la concejala de Turismo, María Dolores Martín de Almagro, el arqueólogo Miguel Torres ha preparado durante varios meses un proyecto «debidamente justificado» que, en base a datos sobre el entorno, el clima y el suelo, «permitiría elaborar conclusiones sobre los usos productivos de este entorno hace 4.000 años».
La otra actuación que se llevaría a cabo gracias a esta subvención sería un levantamiento topográfico del yacimiento. Se trata de un proyecto, según comentó Martín de Almagro, que «debería estar hecho por los investigadores anteriores pero los datos no constan en Toledo».
Para ambas intervenciones se ha solicitado una subvención de 10.000 euros, de los que un 10% los aportaría el Consistorio daimieleño. El plazo de presentación de proyectos finaliza el 10 de julio con lo que, de obtener el visto bueno de la Administración regional, los trabajos se ejecutarían este verano.
Finalmente, la concejala de Turismo también confirmó que el Ayuntamiento ha contratado a un restaurador-arqueológico para que en las próximas semanas realice «un mantenimiento exhaustivo» enfocado a minimizar el impacto que producen las visitas en el yacimiento. «Es algo que tenemos que cuidar y mimar», sentenció.
Edad de bronce. La Motilla del Azuer constituye el yacimiento más representativo de la Edad del Bronce en La Mancha (2200-1300 a.C.), dentro de una tipología de asentamiento único en la Prehistoria, las motillas.
Emplazado en la vega del río Azuer que le da nombre, este singular y monumental yacimiento arqueológico se ubicaba controlando y explotando un amplio territorio que permitía el acceso a recursos agropecuarios y al abastecimiento del agua, preciado y necesario recurso captado desde el nivel freático, en lo que hasta la fecha es el pozo más antiguo de la Península.
Especialmente significativo es el gran patio trapezoidal situado al este de la fortificación, y en cuyo interior se encuentra un pozo para la obtención de agua.
Fuente: latribunadeciudadreal.es
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