La progresiva mejora que ha experimentado en los últimos meses el ecosistema del Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel está teniendo un reflejo muy positivo en el regreso de la avifauna que tradicionalmente ha estado presente en este espacio protegido.
Así lo ha explicado el presidente del Patronato del parque, Sebastián García, quién ha señalado que la aceptable situación hídrica que viven Las Tablas, unido a la recuperación que se está produciendo de la vegetación subacuática, ha provocado que especies tan emblemática como el pato colorado hayan vuelto a criar en mayor número que en años anteriores.
En este sentido, ha señalado que si en el periodo 2012-2016 se habían registrado entre 15-50 parejas criando, en el censo reproductor de 2017 se han contabilizado 120 parejas, una cifra que aún queda lejos de las 450 que criaron en el parque en 2011, pero que muestra que la evolución puede ir al alza en los próximos años.
Por otro lado, fuentes del parque han señalado que en estos últimos meses se ha observado una buena recuperación de las poblaciones bigotudas, unas llamativas aves que son muy apreciadas desde el punto de vista ornitológico y que ahora pueden ser fácilmente observadas en el itinerario de la Isla del Pan.
Otro dato relevante que pone de relieve la importancia de la conservación de este humedal es la ligera tendencia poblacional ascendente que está experimentado una especie como el escribano palustre Iberoriental.
El censo de 2017 ha permitido detectar 25 machos y 5 hembras, unos datos muy interesantes si se tiene en cuenta que este ave sólo está presente en el Delta del Ebro, donde se han censado entre 68 y 80 parejas, y en la Albufera de Mallorca, donde se han contabilizado 21 parejas.
Por otro lado, las mismas fuentes han explicado que se ha consolidado la población de espátulas con 12-13 parejas y que las poblaciones de ardeidas siguen siendo importantes, aún cuando se ha registra una mera en algunas colonias por falta de disponibilidad de espacios, debido a la rotura de ramas.
Los últimos datos del censo de aves realizados en el mes de mayo, a falta de poder contar con los datos del censo nidificante, recogen la presencia de 214 ejemplares de pato colorado, 210 de somormujo lavanco, 71 de ánade friso, 61 de porrón europeo, 8 de avetorillo común, uno de avetoro común, 1.405 de ánade azulón y 42 de fumarel cariblanco.
Además, en el parque se siguen observando buenas poblaciones de ardeidas, contabilizándose 42 ejemplares de garceta grandes, 326 de garza imperial y 32 de garza real.
Cabe recordar que el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel mantiene inundadas 1.250 hectáreas de las 2.000 susceptibles de estar ocupadas por el agua, gracias al agua que vierte el río Guadiana en este espacio natural protegido.
Todo ello, pese a que el año hidrológico 2016/2017 a 31 de mayo alcanza una precipitación acumulada de 304 litros por metro cuadrado y va camino de convertirse en el cuarto año seco que registra el parque.
Fuente: lanzadigital.com
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