Se trata del segundo simulacro por emergencia nacional de estas características que se lleva a cabo en Castilla-La Mancha, pues el primero se realizó hace tres años en la localidad guadalajareña de Cogolludo.
Este ejercicio de emergencia de nivel 3 también supondrá el esfuerzo de unas 30.000 personas, pues hipotéticamente estarán trabajando en el terreno durante los cuatro días enteros del supuesto desastre químico.
En cuanto al presupuesto, se desconoce la cuantía de este ejercicio, que se podría conocer cuando este concluya, según Labrador, que indicó que sí se han cuantificado los beneficios que podría generar en la población el control y la previsión de una catástrofe así, aunque no se ha cuantificado los daños económicos que produciría este hipotético desastre.
Ejercicio
Por causas desconocidas, una gran explosión se desencadena el 9 de marzo en la empresa OIL Company Daimiel S.A, produciéndose el fenómeno denominado Bleve --explosión de vapores que se expanden al hervir el líquido-- produciendo una “lluvia de metales” con un movimiento de tierra “peor que un terremoto”.
Esta supuesta explosión afectará a Daimiel, un municipio de 20.000 habitantes, que “sufren” este desastre a las 04.00 horas, generando daños en un “número muy elevado de edificios y colapsos en varios de ellos, además de en autovías, red eléctrica, red de gaseoductos y red ferroviaria”.
El suceso origina una primera situación de emergencia devastando los alrededores de la empresa, vertido de hidrocarburos y nubes tóxicas, con “cientos de muertos, heridos y personas sin hogar”.
La gravedad de este supuesto incidente hace que de manera inicial el Gobierno de Castilla-La Mancha active el Plan Territorial de Emergencias de la región (Platecam) y posteriormente solicite al Ministerio del Interior la declaración de la emergencia de interés nacional.
Una vez declarada la emergencia, el general jefe de la Unidad Militar de Emergencias asume la dirección operativa del dispositivo en el que se integrarán distintos organismos civiles y militares, con el apoyo del Consejo de Seguridad Nacional; las Fuerzas Armadas, la Cruz Roja, Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, bomberos y empresas.
Entre las tareas de los organismos que intervendrán en la hipotética catástrofe se encuentran el reconocimiento de sustancias contaminantes, la descontaminación masiva de personas, el transporte de heridos y labores de búsqueda y rescate, entre otras.
Fuente: lanzadigital.com
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