as buenas noticias en torno a la recuperación hídrica de Las Tablas de Daimiel continúan llegando y el Patronato del Parque Nacional no es ajeno al ‘feliz’ devenir que ha experimentado el paraje en los últimos meses. La de ayer fue para Luis Arroyo la primera de las reuniones como presidente de este organismo con agua en Las Tablas y eso se notaba en los ánimos. «Los datos aportados por los técnicos de la Confederación Hidrográfica del Guadiana y los que se desprenden del informe detallado que nos ha expuesto el director del parque garantizan al menos dos temporadas buenas para el humedal».
Son unas predicciones que se sustentan en las abundantes precipitaciones de los últimos meses y, según Arroyo, en la «tranquilidad» que da estar viviendo una «excepcional época húmeda». No en vano, y pese a mostrarse optimista sobre el futuro, subrayó que el parque requiere de «un compromiso general» para su mantenimiento y conservación.
Hizo un receso en la reunión que se mantuvo ayer en el Centro del Agua, durante prácticamente toda la mañana, y salió acompañado de la directora del Organismo Autónomo Parques Nacionales, Olga Baniandrés Rodríguez, para informar a los periodistas de aspectos que calificó de «trascendentales» para asegurar el porvenir del humedal.
Uno de esos datos, que, según Arroyo, dan cuenta del «esfuerzo» que están realizando las administraciones, es la conclusión del circuito de tuberías y pozos que sondean el entorno del parque. Son en total 24 nuevos pozos, otros cuatro más habilitados por el Organismo Autónomo de Parques Nacionales y otros dos más que se han restaurado. Para Luis Arroyo, lo más importante es que este entramado garantizará que «nunca más» se reproduzca el episodio de autocombustión de turbas por sequía, ya que, dijo con rotundidad, «habrá agua para empaparlas». A este respecto, Olga Baniandrés, destacó que la actuación acometida desde la CHG y el propio Ministerio ha sido «rápida, eficiente y coordinada».
Otra noticia de calado para Las Tablas y que Luis Arroyo no quiso obviar es la recuperación del acuífero 23, cifrada en unos diez metros en lo que va de año hidrológico: «El agua está ahora más o menos a unos veinte metros de profundidad, frente a los treinta que había hace meses», apuntó el presidente del patronato, que incidió en que todavía tiene que seguir filtrándose en el subsuelo.
Con un folio doblado en sus manos en los que se podían ver los puntos del orden del día de la reunión, Arroyo continuó dando buenas noticias, entre ellas el hecho de que según confirmó ayer el presidente de la CHG se haya resuelto el aporte de aguas en mal estado desde la sierra de Villarrubia de los Ojos a la zona de máxima protección. Eduardo Alvarado despejó cualquier duda al asegurar que el problema ya está resuelto «técnicamente» gracias a un proyecto de aseguramiento para que no entren al parque aguas contaminadas.
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