El Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel está de enhorabuena. A pesar de las escasas lluvias que se han registrado en los dos últimos años, el parque superaba, a fecha de finales de febrero, las 1.400 hectáreas encharcadas de las 1.750 con las que cuenta el humedal de zona susceptible de ser encharcada, lo que significa más del 80 por ciento de superficie inundable. Sin duda, una noticia para celebrar y "descorchar una botella de champán", comenta contento el director del parque, Carlos Ruiz de la Hermosa, quien recuerda que a estos datos hay que sumar además las lluvias caídas en los últimos días.
La situación de ahora es "muy similar" a la del pasado mes de septiembre, cuando Las Tablas dieron la bienvenida al otoño con 1.400 hectáreas anegadas con la aportación no solo de las precipitaciones sino también de las aguas subterráneas del río Guadiana, principal abastecedor de agua del parque y que durante más de tres lustros ha estado sin correr debido a la mala situación del Acuífero 23 por el aumento de las extracciones de agua para regadío. A día de hoy, el Guadiana sigue aportando agua al Parque Nacional de Las Tablas. Los expertos confían en que las precipitaciones continúen en los próximos días de cara a que Las Tablas "puedan coger fuerzas para afrontar un verano que se prevé como uno de los más calurosos", comenta el concejal de Medio Ambiente de Daimiel, Román Ortega.
Pero a pesar de esta buena situación, Ortega se muestra "relativamente contento", pues considera que no hay que olvidar algunos de los episodios que viene sufriendo el parque nacional como, por ejemplo, la turbidez del agua. Un problema por el que el Organismo Autónomo de Parques Nacionales (OAPN) está trabajando en solucionar mediante la pesca de especies invasoras (carpas, pez gato y carpines) de cara a que Las Tablas ofrezcan un agua de mayor calidad. Y es que, la turbidez es el principal inconveniente para el desarrollo de la vegetación subacuática en Las Tablas.
El parque vive un momento de bonanza hídrica tras pasar por episodios muy delicados en los últimos años como consecuencia de la falta de agua, lo que llegó a causar importantes incendios de turba en 2009, año en el que vivió una situación crítica de supervivencia y que muchos prefieren no recordar. Un capítulo que "nunca se puede olvidar", pues "no debemos caer siempre en los mismos errores", comenta el edil de Medio Ambiente, quien lamenta algunas de las imágenes que se han vivido en la historia del parque, donde "se veía a muchos agricultores regar los cultivos", pero "gracias a la concienciación de la sociedad sobre la importancia del agua se ha ido evolucionando en este aspecto", subraya.
Para Daimiel, el Parque Nacional de Las Tablas es uno de sus principales recursos turísticos, por ello no es de extrañar que el Ayuntamiento ponga especial interés en su conservación y mantenimiento. Así, entre los proyectos que se han llevado a cabo con ese fin desde el ámbito municipal, Ortega destaca la puesta en valor de la laguna de Navaseca, a tres kilómetros de Daimiel y donde pueden verse cientos de aves. Sin olvidar tampoco, la construcción de una balsa de tormentas de especial importancia para depurar las aguas antes de llegar al Guadiana y a Las Tablas, ya que "a nivel medio ambiental el Ayuntamiento pone las pautas necesarias para evitar que la contaminación llegue al parque nacional", manifiesta el concejal de Medio Ambiente de Daimiel.
Fuente:www.daimiel.es
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