Ya en los años 96-97 vivimos una situación parecida aunque con matices. El agua procedente de los excedentes de Las Lagunas de Ruidera, que este invierno están “reventonas” y haber llenado al cien por cien el embalse de Peñarroya vertiendo por coronación de la presa este sobrante que es mucho, se dirige por el canal del Gran Prior hasta alcanzar el Río Záncara, no sin antes haber dejado una gran cantidad de esta agua por infiltración en las proximidades de Alameda de Cervera, concretamente en un paraje llamado Villacenteno, lugar donde históricamente se decía que desaparecía el Río Guadiana para mas tarde volver a aparecer en los Ojos del Guadiana.
Como hemos comentado el agua que consiguió no ser engüllida en dicho paraje alcanza mas tarde el Río Guigüela, que sumada a la propia de este río hace que llegue al P.N.T.D una cantidad importante, además de continuar dejando grandes infiltraciones a lo largo de su trayectoria.
Tantos son los aportes que recibe el Parque vía Río Gigüela, sumadas además las aguas de los arroyos que vierten en él directamente (arroyo de Cañada del Gato y de Casa Blanca), que éste ha llenado la superficie máxima inundable en un tiempo record, ya que los aportes que estaban previstos a través de la Tubería a la Llanura Manchega no han sido necesarios afortunadamente y han quedado limitados a probar las instalaciones y poco más.
Pero como el Parque está lleno y no cesa de entrar agua hace que una parte de ésta rebose por las compuertas de la Presa de Puente Navarro, que una vez liberada y fuera de los límites del Parque Nacional, llegue al Molino de Flor de Rivera, donde aguas abajo continuando por el Río Guadiana se sumarán las del Arroyo de Campo Mojado por su margen derecha, y más adelante por su margen izquierda frente al Castillo de Calatrava la Vieja, las del Arroyo Peyejero, también llamado Valdecañas, para una vez pasado el Molino de Malvecinos acabar todas en el Embalse del Vicario.
Hablamos que lo que libera Puente Navarro es sólo una pequeña parte del agua que llega al Parque porque el grueso de esta agua, después de darse de bruces con el dispositivo hidráulico que hay en el centro del Parque llamado Presa del Morenillo, retorna por las compuertas del Molino de Molemocho en sentido remontante también fuera de los límites del Parque hacía el Molino de Griñón, que por cierto que acertada fué la reconstrucción de este Molino de Molemocho, que aunque llena de dificultades, su obra tuvo la justificación de Obra Hidráulica para regular situaciones como la actual, después su edificio ha sido convertido en museo etnográfico y lugar obligado de visita. (D. Juan Almagro Costa fue el autor del proyecto de reconstrucción).
Si el Guadiana es ejemplo en conversaciones a otras muchas situaciones que se dan en la vida cotidiana porque aparece y desaparece ¿Qué me dicen si además añadimos que su corriente va en dirección contraria? ¿Cuál sería en este tramo su margen derecha y cual su izquierda?, y que además el agua de su cauce es prestada.
Hemos hablado que la mayor parte de este agua procede de Las Lagunas de Ruidera, bien pues no muy lejos de éstas en los Campos de Montiel, tiene sus orígenes el Río Azuer que como sabemos es otro afluente del Río Guadiana y gran protagonista también en la recarga del Acuífero 23. Este río antes de ser reguladas sus aguas por la presa de Vallehermoso en inviernos de precipitaciones medias era normal que corriese hasta bien entrada la primavera, hoy esto tiene lugar ante lluvias excepcionales como las actuales.
Sus aguas junto a las que le aporta el arroyo de Alhambra aguas debajo de la presa, han anegado gran cantidad de terrenos en los municipios de Membrilla, Manzanares, y Daimiel, amenazando con inundar estas poblaciones aún habiéndose dejado infiltrada gran parte de esa agua en su propio cauce, como ocurre en una zona muy permeable situada entre la vía pecuaria el Carrerón y Daimiel, llamado este paraje “Las Panginas” (cuando el caudal es bajo toda el agua del Azuer se queda en este tramo de río).
Por fin el Azuer llega a confluir con Guadiana junto al Molino de la Máquina (seco hasta ese punto desde los Ojos del Guadiana, único tramo de Guadiana seco hoy desde su nacimiento a su desembocadura en el Océano Atlántico) y continúa el Azuer en dirección a las Tablas pasando por el Molino del Nuevo en intentando avanzar hasta el Molino de Griñón, pero esta zona es un coladero llena de ojos en comunicación directa con el acuífero, ojos que no eran otra cosa que rebosaderos del agua subterránea cuando el nivel freático estaba mucho mas alto y que hacían grandes aportes al río, pero además el Azuer se encuentra con las aguas que dijimos venían remontando por el cauce del Guadiana que si fueron capaces de llegar a Griñón, y como dice el refrán que río revuelto es ganancia de pescadores, aquí a este punto también acuden a la cita las aguas del río EDAR, que tiene su origen en la Laguna de Navaseca ¿Qué no les suena ese río? Si veran ¡agua va! (Estación Depuradora de Aguas Residuales) que unas veces de forma continuada y otras intermitentemente también está haciendo “buenos aportes”.
Situados en esa zona (entre los molinos El Nuevo y Griñón) haciendo una apreciación ocular y olfativa percibimos colores y olores distintos, por un lado las aguas del Azuer inoloras y de color rojizo debido a las características del terreno por donde discurren, por otro las del Guadiana “que son del Gigüela” incoloras y con un claro olor a humedal y ribera, y por último las del EDAR de color pardo-ceniciento y un aroma que vuelca (el visto bueno es responsabilidad de la Comisaría de Aguas).
A grandes rasgos es el resultado de una excepcionalidad meteorológica, que sabemos que se da en la Mancha pero que ocurre de tarde en tarde, y que nadie es capaz de prever, pero que sus efectos si que son un “Plan Natural del Alto Guadiana”, sin estudios ni presupuesto, pero que “hace aguas” en el sentido positivo de la palabra y que nos va a situar en el escenario previsto por el Plan Especial del Alto Guadiana, no se puede precisar para que año.
Y aun sabiendo que en la casa del pobre no dura mucho la alegría, con otro año como el actual cuando acabe el proceso general de recarga y se estabilicen los niveles, cosa que no ocurrirá antes de dos años, y teniendo en cuenta además de que hoy las extracciones para riego se han reducido al 50% respecto a años anteriores, aunque han aumentado para otro tipo de usos, es posible que podamos hablar de que el agua se encuentre para entonces a pocos metros de la superficie en los Ojos del Guadiana.
Jesús Pozuelo Clemente, presidente de la Comunidad de Usuarios del Acuífero 23 de Daimiel, y miembro del Patronato Rector del Parque Nacional Las Tablas de Daimiel
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