En lo que llevamos de 2016 son muchas las personalidades de todos los ámbitos de la sociedad los que han visitado el “santuario laico” de la Cueva de Medrano, que fuera hace más de cuatrocientos años prisión de Miguel de Cervantes y cuya estancia forzosa engendró en él las historias y aventuras más conocidas de la literatura mundial.
Desde hace muchos años, Justo Fernández es amante del quijote y de toda actividad creativa que gira en torno a él, aunque fue a partir del año 2002 cuando ésta se intensificó entorno al coleccionismo.
Su anhelo por seguir reuniendo obras relacionadas con el caballero de la triste figura y Miguel de Cervantes aumenta en la misma proporción que se reduce el espacio físico que tiene para conservarlos y guardarlos, una situación que no le ha impedido seguir atesorando principalmente libros y grabados, aunque también cerámicas y tapices, entre otros.
Fuente: Ayuntamiento de Argamasilla de Alba
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