El fiscal pide cinco años de cárcel para cada uno de ellos y estima en más de 34.000 euros la estafa a la cooperativa Nuestra Señora de Peñarroyo, en Argamasilla de Alba. Asimismo, reconoce a algo más de 20 agricultores como damnificados. El método para cometer la estafa era la adquisición de grandes partidas de melones que eran abonadas con pagarés falsos, que, desde el verano de 1998 y hasta ahora, no han sido cobrados. El mismo método se utilizó también para la compra de otras partidas de productos agrarios, como pimientos, que tampoco fueron pagados a los agricultores.
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