El pintor de raíces manzanareñas Fernando Peña, conocido por el seudónimo de Leodegario, inauguró en la tarde de ayer en el Museo del Queso de Manzanares ‘Vidas rotas’, una colección que formada por siete lienzos refleja la realidad de aquellos que pasan las horas toqueteando mecheros, tomando el sol en bancos solitarios y manteniendo vasos de plástico en busca de la mirada de la vergüenza, esa que genera la existencia de gente sin techo y que todo el mundo evita.
En unos grandes paneles que difícilmente pueden pasar inadvertidos, Leodegario habla de su homenaje a los “auténticos supervivientes del día a día”, esas personas que “lo han perdido todo, que por no tener no tienen ni siquiera el derecho al pataleo”, esos que según expresó durante la inauguración, “son los que más han perdido con la crisis porque antes había almas caritativas que les daban para sobrevivir, pero ahora quienes les daban ya no les dan o les dan menos”. Dispuesto a remover conciencias porque “hay un sector de la sociedad que necesita de nuestra ayuda”, Leodegario señaló en compañía del concejal de Cultura, Manuel Martín-Gaitero, que representa indigentes que existen, pero que no conoce, y que tampoco son de la comarca.Ç
‘La paga’, ‘Al sol del estío’, ‘Quizás mañana’ o ‘Tiempo libre’. Los nombres de cada una de las obras tampoco dejan lugar a la interpretación en esta colección concebida como un conjunto, y que el autor redondea con un autorretrato de sí mismo, como muestra de esa mirada que ha interpretado la realidad. ‘Vidas rotas’ permanecerá expuesta hasta el 11 de enero.
Dona una de las ‘pinturas de pasillo’
Leodegario posó ayer junto a la obra ‘San Francisco de Zurbarán’ que donó el martes a la Colección de Arte Municipal y que permanecerá expuesta de forma permanente en el Museo de Queso. La obra forma parte de la serie conocida como ‘Pinturas de pasillo’, caracterizadas por su visión frontal distorsionada, y que alcanza proporciones exactas al verse de lado, con una mirada sesgada.
Fuente: lanzadigital.com
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