El VI Concurso Emprende está dirigido a aquellas personas físicas o jurídicas que hayan concebido un proyecto empresarial con perspectivas de materializarse. Los proyectos deben estar relacionados con la fabricación de bienes y la prestación de servicios y tienen que fomentar la actividad productiva, la competitividad, la calidad, excelencia e innovación y diversificación del tejido empresarial local existente.
También podrán ser beneficiarias las empresas constituidas desde el 1 de enero de 2017 hasta el 3 de noviembre de este año, fecha de finalización del plazo de presentación de proyectos. Éstos deben registrarse en el Ayuntamiento de Manzanares.
Los proyectos empresariales deben ubicarse en Manzanares y no estar premiados con anterioridad por entes públicos o privados, nacionales o internacionales, y deben ser viables técnica y económicamente.
Premios
El proyecto ganador, seleccionado por un jurado, recibirá 5.000 euros en metálico (4.000 por parte del Ayuntamiento y 1.000 de Globalcaja) para gastos de puesta en marcha de la empresa. El Área de Promoción Económica municipal también prestará apoyo y asesoramiento empresarial; y concederá alojamiento gratuito durante un año en el Centro de Empresas o en el Vivero de Empresas del Ayuntamiento.
Además otros dos proyectos finalistas conseguirán también el apoyo y asesoramiento empresarial necesarios para llevar a la práctica el proyecto, así como alojamiento gratuito durante un año en el Centro de Empresas o Vivero de Empresas del Ayuntamiento, o el importe equivalente de alquiler si no hubiera disponibilidad.
Los beneficiarios se obligan a crear una nueva empresa, o a ponerla en marcha en caso de que estuviera creada, conforme a la memoria del proyecto premiado, en el plazo máximo de doce meses a contar desde la fecha de concesión del premio.
Entre los criterios de selección de los proyectos se tendrá en cuenta la viabilidad técnica y económica, la creación de puestos de trabajo; la incorporación o extensión del diseño, la calidad y la originalidad del proyecto; el grado de innovación tecnológica, desarrollo y diferenciación del producto y/o servicio; la cobertura de demandas identificadas en el entorno local; el conocimiento del mercado y la competencia; el aprovechamiento de recursos naturales, del patrimonio histórico-cultural, respeto al entorno y al medio ambiente natural o de corrección, eliminación o minimización de la contaminación y mejora de las condiciones de seguridad e higiene en los centros de trabajo; y aspectos relacionados con la responsabilidad social corporativa (tales como que contemplen planes de igualdad de oportunidades o medidas de conciliación de la vida laboral y personal) y el desarrollo sostenible.
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