Ángel García Rodríguez, conocido popularmente por el padre Ángel, presidente de Mensajeros de la Paz, visitó ayer la residencia de ancianos ‘La Casa Grande’ de San Carlos del Valle, gestionada por esta ONG y que ha aumentado su número de plazas a 21 gracias al apoyo de la Diputación. Estuvo acompañado por el presidente de la institución provincial, Nemesio de Lara,y el alcalde de la localidad, José Torres. En el Ayuntamiento y, tras firmar en el libro de honor, el padre Ángel, Premio Príncipe de Asturias de la Concordia 1994 que el martes fue recibido por sus Majestades los Reyes, Felipe VI y doña Letizia, dijo que la Diputación de Ciudad Real no sólo “es la única de España sino también la única del mundo” que destina recursos para sufragar becas de comedor a menores desfavorecidos.
Ya en ‘La Casa Grande’ se dirigieron a los usuarios, familiares y trabajadores. En concreto, De Lara calificó el acto de “fiesta de la dignidad, tan cuestionada por tantas y tan objetivas razones”. Lamentó el hecho de que “por los desagües del sistema” se estén yendo las personas más débiles en unos tiempos en los que, según dijo, “el mundo cada vez está más dividido entre ricos y pobres, en los que muere una persona de hambre cada cinco segundos y cada diez un niño de sed”.
Se mostró en sintonía con el Papa Francisco, “porque habla de la economía centrada en el dios dinero y no en el hombre, que tiene que ser principio y el objeto y el fin” y también se refirió al principio de descarte al que el Pontífice hace referencia diciendo que entre los descartados se encuentran las personas mayores, precisamente las que se han sacrificado para mejorar nuestro mañana. Pidió más atención y respeto para este colectivo, porque la soledad es lo peor que le puede pasar a una persona.
Concluyó De Lara destacando la labor de los trabajadores y trabajadoras de la residencia. Y añadió que su cometido tiene “mucho mérito”. “Estáis hechos de una madera especial, agradezco vuestra profesionalidad y comportamiento”, dijo.
El padre Ángel, por su parte, parafraseó a la madre Teresa de Calcuta para asegurar que “lo peor que nos puede pasar a las personas es la soledad, que nadie nos quiera o no tener a quien querer”. Considera que no se puede vivir sin cariño, aunque el cariño, a su juicio, “también es dejarse querer, porque hay muchos mayores que quieren querernos a nosotros”. También mencionó al papa “porque habla de los ancianos y de cómo le duele de verdad cuando se les trata como si fueran trastos viejos. Finalizó agradeciendo a los trabajadores la tarea que realizan diariamente y a los familiares les ha pedido que visiten con asiduidad a sus mayores.
El alcalde de San Carlos de Valle, José Torres, destacó tanto la colaboración de la Diputación de Ciudad Real como el esfuerzo de la Asociación Edad Dorada Mensajeros de la Paz por sacar adelante el proyecto de la residencia de mayores ‘La Casa Grande’. Precisó, no obstante, que si la familia Álvarez no hubiera donado el inmueble, hubiese sido imposible poner en marcha el proyecto, que contó con financiación de la Junta de Comunidades en 2007.
Refiriéndose al presidente de la Diputación indicó que se trata de una “persona comprometida con las causas humanitarias, que siente debilidad con quienes tienen dificultades sociales, económicas o de otro tipo”. Y no dudó en expresar públicamente su agradecimiento a De Lara, “por creer en un proyecto que no ha sido fácil poner en marcha”.
Fuente: www.lanzadigital.com
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