El objetivo para este 2016 es doblar las exportaciones, es decir, del diez al veinte por ciento, y de los 100.000 a los 200.000 euros, con el apoyo de la joven técnica de comercio exterior María Ortega, contratada por la Cámara de Comercio dentro del programa Impulsa Agro, que desarrolla este órgano y financia la Diputación provincial de Ciudad Real.
La finalidad, según Exojo, es aumentar los beneficios globales de un millón de euros alcanzados en 2015, y aumentar su facturación en un 30% (también en el mercado interior), hasta los 1.300.000 euros, con el fin de seguir en 2017 en esta senda del crecimiento.
“Aprovecharemos el tirón que tiene el sector” en destinos como Estados Unidos, un país que absorbe la mitad del queso que sale al exterior certificado por el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Queso Manchego. “Tenemos mucho recorrido, queremos estar en esos niveles”, señala Exojo, que explica que acaban de abrir mercado en el país americano, tras Reino Unido (principalmente), Alemania y Francia.
Por ello, la presencia de Ortega como parte del plan de internacionalización “es básico y fundamental” para la ejecución de sus objetivos en la generación “de ventas y negocio” fuera del territorio nacional.
La export manager lleva menos de un mes en la fábrica daimieleña, y ya está inmersa en la ampliación de la cartera de comercio exterior en Centroeuropa -Francia y Bélgica- y en Canadá. “Hemos empezado buscando potenciales clientes en distintos lugares, presentando el producto, y con una estrategia comercial”, señala Ortega.
Respecto al mercado interior “nos movemos por toda España”, informa Exojo, principalmente en las comunidades de Madrid, Andalucía y Cataluña.
Pequeños volúmenes
Exojo aclara que desde las instalaciones del Polígono Sepes donde se ubican elaboran pequeños volúmenes, con partidas de 3.000 ó 4.000 litros de leche, y un proceso “que aporta valor añadido, con detalles como el uso del paño”, y una líneas de maduración, secado, y afinado que completan de manera natural. “Tiene una corteza comestible, tan sólo tratada con aceite de oliva, con el moho natural, y unas características organolépticas excepcionales por su desarrollar bacteriológico y de microorganismos”.
Del total de la producción, sólo el 10% es queso tierno, mientras que el otro 90% es manchego artesano, con tres maduraciones: semicurado, curado y etiqueta negra (añejo). Este último, de una curación de doce meses en cámara, “es el estrella” y va dirigido al sector gourmet y a un segmento de población medio-alto, dado que los precios “incorporan todo el valor que conlleva su elaboración artesana”.
Esta línea de quesos lleva el mismo nombre de la empresa, ‘Ojos del Guadiana’, que fue constituida en 1997 como cooperativa por un grupo de ganaderos y diez años más tarde se transformó en sociedad limitada, siempre con la prioridad de elaborar y fabricar quesos con metodología artesana en el marco de la Denominación de Origen Queso Manchego.
Exojo recuerda que la planta está actualmente ejecutando un plan de modernización de sus instalaciones para mejorar el producto y adaptarse a las exigentes normativas de los mercados internacionales del queso de calidad.
De la oveja manchega al afinado
Fernando Martín, maestro quesero de la empresa, explica el proceso completamente artesano de elaboración, que se inicia con la recepción de la leche de oveja manchega procedente de las ganaderías proveedoras, cuyos titulares también son socios de la quesera. “Analizamos, filtramos y enfriamos la leche, después pasa a la cuba donde obtenemos el cuajado a través de su calentamiento a 30 grados durante 45 minutos, y posteriormente se corta hasta quedarse granulada”.
El paso siguiente es la subida de temperatura para el desuerado de la masa y para su introducción en unos moldes cilíndricos sellados con relieves, tanto en la parte superior (con la “flor”), como en los laterales (con “la pleita”). “Pasadas tres horas de prensado con su correspondiente volteo (para eliminar más suero), el producto permanece en salmuera ocho horas (cada kilo) para conseguir endurecer la corteza y obtener el punto óptimo de sal”, explica Martín. Ya en las zonas de secadero, los quesos maduran según su variedad, sometidos a distintos periodos de tiempo, y a niveles de temperatura y humedad. Para finalizar, el afinado es el último paso que le dan al queso terminado para que alcance el punto óptimo tanto en aroma, como en sabor, textura, y consistencia.
Numerosos premios nacionales e internacionales
El ripio “la inspiración constante, en busca de lo perfecto” con que recibe al lector la página web de la quesera daimieleña ‘Ojos del Guadiana’ está teniendo importantes reconocimientos en forma de premios y galardones.
Para el gerente de la firma, Angel Exojo, estas concesiones ponen en valor “la calidad y trayectoria” de la fábrica que ha ampliado su presencia en certámenes (nacionales e internacionales) a los que concurre con sus quesos.
Uno de los últimos ha sido el de la Feria Nacional del Campo (Fercam) que se celebró a principios de julio en Manzanares, donde se alzó con la Medalla de Oro en la categoría de Quesos Artesanales Semicurados dentro del 28º Concurso de Calidad de Quesos Manchegos.
También reciente es el conseguido en los XXVII Premios Gran Selección, de la Junta de Castilla-La Mancha, donde conquistó la máxima distinción en la categoría de Mejor Queso Artesanal Curado 2016.
Igualmente, en la Feria Nacional del Queso de Trujillo (Cáceres), obtuvo una Medalla de Oro como mejor queso de oveja del mundo 2015 y dos Medallas más, una de Plata y otra de Bronce en el importante certamen internacional de quesos International Chees Awards, de Gran Bretaña, al que van a volver, según Exojo. “Este reconocimiento como mejor queso de oveja del mundo para nosotros fue muy importante”, asegura Exojo.
“Estamos haciendo mucho hincapié en este campo”, añade, teniendo en cuenta el retorno que tienen los diferentes reconocimientos en las ventas del producto. “Estamos creciendo un 30% como consecuencia de las medallas”, sostiene y apunta que también están presentes en revistas especializadas.
De esta manera, una de sus principales herramientas publicitarias es “el impacto” de la información en papel sobre sus logros que introducen en las cajas donde envuelven los quesos. “Es el mejor soporte publicitario”, defiende el gerente.
Respecto a sus variedades, el queso manchego artesano reserva (etiqueta negra), el curado y el semi pertenecen a la DO y cada uno de ellos son presentados en formatos de uno, dos y tres kilos, y en cuñas de 300 gramos.
También elaboran queso manchego pasteurizado, curado y semicurado, bajo la marca ‘Zuacorta’.
Más desconocidos son los tarros de queso en aceite y postres de sabores. En concreto, elaboran dados de queso de oveja en aceite de oliva virgen extra con variedad sabores con limón, naranja, kiwi, canela y albahaca, además de otro producto de crema de queso manchego.
Fuente: http://www.lanzadigital.com/
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