Con esta palabras, el alcalde de Villarrubia de los Ojos, Fernando García Santos, respondía a las críticas emitidas recientemente por el Grupo Municipal Popular. Críticas a tenor de las que especificó que este Ayuntamiento «ha realizado 328 contrataciones temporales durante 2009, a través de distintos planes, y en lo que llevamos de 2010, hay contratadas 125 personas».
En un comunicado emitido por el Ayuntamiento villarrubiero, García Santos asegura que no entiende la crítica «destructiva» de la líder de la oposición local, de la que «echamos de menos alguna propuesta constructiva por una vez». Y, de la que asegura que no entiende porque dice que «no sabe aquello que realmente sí que sabe, al igual que yo, porque existe una comisión de empleo, formada por los sindicatos y tres funcionarios, donde se informa de las contrataciones que se van realizando en el Ayuntamiento».
En opinión del primer edil, las críticas recibidas parecen más bien que la popular estuviera «molesta» porque «durante la recesión económica mundial, de la que vamos saliendo, el Gobierno Central, la Junta de Comunidades, la Diputación y el Ayuntamiento, administraciones todas con Gobierno socialista, nos hayamos mojado a fondo para crear empleo y paliar esa situación, apostando por los villarrubieros, realizando un total 328 contrataciones a través de los distintos planes de Empleo, tanto del Plan de Acción Local y Autonómica, como del Plan de Choque, del de Zonas Rurales y Deprimidas, de la corporación provincial, e incluso a través del propio plan de choque contra el desempleo del Ayuntamiento»
Sobre el año actual, explicó García Santos que en estos dos meses ya se han puesto en marcha 125 contratos, de los que 74 empleos son con cargo al Plan de Choque de la Junta, y otras 51 al Plan Local, «a los que hay que sumar pronto, los cerca de 40 empleos que generarán los proyectos del II Plan E», dijo.
Jóvenes y mayores. Fernando García también aprovechó para recordar a la portavoz de la oposición que «el II Plan E, como el I Plan E, genera riqueza y no supone acrecentar la deuda municipal, sino todo lo contrario, porque esos proyectos de creación de un vivero de empresas y un nuevo Centro Social los paga el Gobierno central, que además nos deja dedicar una partida a gastos corrientes».
En este punto, el alcalde pidió a la concejala popular que no «falseara» la realidad, ya que asegura que en ningún momento «nadie le ha negado la entrada en ninguna instalación pública y municipal». Y apuntó que «otra cosa es que del falseo de la realidad que se presente en el Centro de Estancias Diurnas sin previo aviso, donde se atiende a ancianos con problemas, sin respetar el reglamento del centro».
En lo que respecta al nuevo Fondo Estatal para el Empleo y la Sostenibilidad Local, el alcalde recordó que en esta ocasión se construirán dos «importantes» infraestructuras necesarias en la localidad, para dinamizar su actividad social y económica, como son un centro social y un vivero de empresas en el polígono industrial Santa Ana, según aprobó la Corporación municipal, en el pleno celebrado recientemente, con los votos a favor del PSOE y la abstención de los populares.
desde el PP. La respuesta popular no se hizo esperar. Así, a través de un comunicado, Encarnación Medina aseguró que alcalde de la localidad «miente muy bien y disfraza la verdad a su antojo, por eso no extrañan sus declaraciones en prensa.
Sobre las declaraciones hechas ayer por Fernando García Santos, Medina, reafirmándose en los dicho con anterioridad, aseguró que «no es cierto que se de cuenta de las contrataciones a la oposición y que es el propio al alcalde quien confirma en pleno que la contratación se hace a dedo». La portavoz popular reiteró que no se les transmite información sobre las diferentes áreas o concejalías y que incluso se ha pedido la comparecencia, por parte del PP, del concejal de Deportes «para que de cuenta de su gestión.»
Por todo esto, encarnación Medina entiende que la descripción de «dictador» y «déspota» definen perfectamente al alcalde y justifica la definición que hace de la oposición como «víctimas de un régimen totalitario», que es lo que parece su gobierno, donde «hablar con la oposición está casi penado, sancionado y por supuesto vigilado». En este punto, recordó que la mejor prueba de lo que dice «es el malestar que existe en la población ante la falta de transparencia en su mandato».
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