‘El Baúl de Cáritas’, ubicado en el antiguo salón de Santa María de la calle Mínimas, es mucho más que un ropero, es un lugar donde llevar la ropa que ya no se necesita, que se queda pequeña o que se quiere sacar de los armarios para ser usada de nuevo por aquellas personas que la necesitan y no cuentan con recursos suficientes para adquirirla en las grandes superficies o incluso en los mercadillos.
La directora de Cáritas Interparroquial de Daimiel, Sacri Rodríguez-Barbero, explica que este proyecto quería romper también con la imagen del “ropero de Cáritas”, una iniciativa que durante años hizo mucho bien a las familias más desfavorecidas pero que era necesario “modificar” ya que, en muchas ocasiones, la ropa que llegaba hasta Cáritas no estaba en buenas condiciones para su reutilización.
Todo esto llevó a Cáritas Interparroquial a hacer una inversión, tanto material como humana, y crear ‘El Baúl de Cáritas’, mucho más que un simple ropero ya que ofrece a la persona necesitada ropa digna que sirva para su uso.
Entre los objetivos que esta institución quería lograr con este nuevo proyecto figuraban la formación de mujeres, que previamente estaban siendo atendidas desde el programa de ‘Familias desfavorecidas’, para que aprendiesen a seleccionar la ropa, lavarla, plancharla y presentarla de forma adecuada para, posteriormente, ser vendida en la tienda del Baúl.
De igual forma, explica Sacri Rodríguez-Barbero, otro de los objetivos era capacitar a las mujeres para poder acceder al mercado laboral, conociendo los requerimientos que exigen las personas que “contratan” a una persona para el servicio doméstico. Por último, este Baúl pretende también ofrecer ropa en buenas condiciones, a un precio simbólico, que contribuya a cubrir las necesidades personales y familiares de los más desfavorecidos.
Así, Cáritas Interparroquial de Daimiel da respuesta a la demanda de la población que, por un lado, quiere ayudar a otros miembros de la comunidad con su ropa y, también a las personas que no tienen recursos para adquirirla. En el Baúl todo tiene un precio simbólico, 0,5, 1 o 2 euros si es ropa de niño, bebé o adulto, respectivamente.
Tras acondicionar los locales donde finalmente se ha instalado el Baúl, Cáritas buscó voluntarios que dedicasen parte de su tiempo a este novedoso proyecto, acompañando a las mujeres de familias desfavorecidas en la selección de la ropa, su lavado y cuidado y, posteriormente, su venta.
“Al principio costó utilizar este recurso, pero en estos momentos de crisis hay colas esperando a la apertura de la tienda, que se hace una vez en semana de 17.00 a 18.30 horas, todos los martes.”, subraya la directora de Cáritas Interparroquial de Daimiel quien añade que, actualmente, la demanda de ropa es tan grande que los responsables de este nuevo servicio se han tenido que organizar estableciendo días para la atención, “porque ante todo queremos que la persona sea tratada con dignidad, que pueda llevarse aquello que necesita y que tenga la oportunidad de elegir lo más adecuado a sus necesidades, siempre en función de lo que le podemos ofrecer”.
Los voluntarios que lo atienden están muy agradecidos a toda la población de Daimiel por la aceptación que están teniendo y el entusiasmo a la hora de colaborar con el mismo.
Por último, los responsables de “El Baúl de Cáritas” piden a la gente que siga aportando ropa a este proyecto, ropa de sport que pueda ser reutilizada tras su lavado, planchado y etiquetado. Todo el proyecto va encaminado a ofrecer algo digno y que esté en condiciones adecuadas para su uso “pues si en algo se distingue Cáritas es en defender la dignidad de los más desfavorecidos por encima de todo”.
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